La sexualidad no sólo es inherente al ser humano, sino que además es considerada a nivel teórico como instinto específico y causa de motivación primaria dentro de la jerarquía de necesidades. No es de extrañar que los problemas sexuales puedan generar gran malestar en quien los padece, así como en la pareja.
La mayoría de trastornos y disfunciones sexuales tienen un origen psicológico, con causas varias como aprendizajes incorrectos, desinformación, expectativas erróneas o asociaciones traumáticas; y por tanto encuentran su tratamiento más eficaz en la psicología.
Trastornos sexuales
Un trastorno sexual tiene dos vertientes, poniendo su foco en uno mismo o en el otro. Así es que se considera trastorno sexual al problema sexual que lleva asociadas una o ambas de las siguientes manifestaciones:
- Experiencia subjetiva de malestar en relación con algún aspecto de la actividad sexual propia.
- Comportamientos de carácter sexual que producen malestar en otra persona.
La concepción más amplia y utilizada para los problemas de índole sexual es la de disfunción sexual, y se define como:
"Un conjunto de problemas de índole diversa que impiden o dificultan a la persona disfrutar de forma satisfactoria de la sexualidad."
Tipos de trastornos sexuales
Tal y como vienen recogidos en los manuales clínicos, los trastornos sexuales se agrupan en Trastornos del Deseo, Trastornos de la Excitación, Trastornos del Orgasmo, y Trastornos de Dolor, e incluyen la ausencia o pérdida de placer, el rechazo sexual, impulso sexual excesivo, trastorno eréctil, eyaculación prematura o eyaculación precoz, eyaculación retardada y dolor genito-pélvico durante la penetración (incluyendo la imposibilidad de ésta).
Trastornos sexuales más comunes
Los trastornos sexuales no son iguales para hombres y mujeres. Así es que los trastornos sexuales más comunes en mujeres son la ausencia o pérdida de deseo y el dolor durante en el coito, mientras que para los hombre destacan la disfunción eréctil y la eyaculación prematura, o como se conoce habitualmente, la eyaculación precoz.
Algunas de estas disfunciones sexuales son extremadamente comunes. Por citar un ejemplo, se estima que la eyaculación precoz afecta a más del 30% de los hombres. Las mujeres suelen ser más proclives a buscar ayuda. Sin embargo algunos estudios revelan que cerca del 80% de los hombres que reconoce padecer de eyaculación precoz no busca ayuda.
Hay que tomar en cuenta que el resultado va más allá de lo meramente sexual, derivando habitualmente en consecuencias psicológicas-emocionales y deterioro de la calidad de vida.
Las parafilias se definen como "orientación sexual hacia objetos y situaciones infrecuentes con respecto al patrón convencional".
